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Diferenciarse de la competencia y buscar aspectos en los que poder superarla es fundamental para poder obtener éxito en el mercado digital y globalizado actual. Disponer de una ventaja competitiva y explotarla te permitirá alcanzar los objetivos y garantizar el crecimiento de tu negocio.
Existen diversos tipos de ventajas competitivas que puedes aprovechar o potenciar para situarte en una posición de privilegio. Por ejemplo, contratar un buen servicio de hosting como el que ofrecemos en hostingplus, o diseñar una web o eCommerce profesional es una ventaja competitiva que permitirá a tu empresa operar desde una situación de fortaleza antes muchos de sus competidores.
Si no sabes qué es una ventaja competitiva, se trata de una característica o aspecto de la empresa que sobresale con relación a sus competidores, y que se utiliza para ofrecer mayor valor y beneficios a clientes y clientes potenciales.
Cuando hablamos de ventajas competitivas es importante diferenciar los cuatro aspectos principales que la definen:
Una ventaja competitiva es fundamental para que una empresa pueda construir una buena propuesta de valor a su target, y así establecer mejores estrategias de marketing digital.
Si una empresa dispone de una ventaja competitiva difícil de imitar, tiene una gran herramienta para ganar a sus competidores en el mercado. Sin embargo, si su ventaja competitiva se puede replicar fácilmente, aparecerán seguro diversos competidores que acabarán ofreciendo la misma ventaja competitiva con variaciones que la mejoren.
Veamos algunos ejemplos de ventajas competitivas:
Veamos cuáles son los tipos de ventajas competitivas de una empresa:
Quizás es el tipo de ventaja comparativa más evidente que podemos encontrar en el mercado. Se trata de que un producto o servicio de una empresa ofrezca mejores condiciones que los de la competencia. La empresa se encarga de comunicar y potenciar esta ventaja para conseguir que los usuarios tomen su decisión de compra basada en esta propuesta de valor, que no tienen los principales competidores.
Un ejemplo de este tipo de ventaja comparativa lo podemos ver en dos proveedores de almacenamiento cloud. Google Drive tiene una ventaja comparativa con relación a Dropbox a la hora de ofrecer espacio de almacenamiento gratuito (ofrece más del doble de gigabytes).
Este tipo de ventaja comparativa se centra en destacar una característica concreta que sea mejor que la ofrecida por la competencia, como puede ser el precio, un aspecto técnico…
Para ver este tipo de diferencia podemos hablar de dos fabricantes de celulares, Apple y Xiaomi. La ventaja competitiva de Apple con iPhone es la alta calidad del producto, tanto en software, como en hardware y materiales de construcción. Sin embargo, Xiaomi tiene la ventaja del precio, ofreciendo terminales con buenas prestaciones a precios realmente bajos.
Si un usuario busca el mejor dispositivo, apostará por la propuesta de valor de Apple, mientras que para los usuarios para los que el precio es lo más importante, la propuesta de Xiaomi tendrá mayor valor.
Cuando la ventaja competitiva de una empresa se prolonga a lo largo del tiempo, es decir, que se potencia y explota a lo largo del tiempo, estamos hablando de ventaja competitiva sostenible.
Este tipo de ventaja es propia de empresas que tienen un producto único o exclusivo, como por ejemplo Coca Cola.
Existen distintos tipos de ventajas competitivas que una empresa puede utilizar para realizar una propuesta de valor interesante para su público objetivo. Con una ventaja competitiva, la empresa dispone de una gran oportunidad de diferenciarse de sus principales competidores, y así alcanzar los principales objetivos de su negocio (ventas, captación de nuevos clientes, fidelización, mejorar la imagen de marca…).
Generar una ventaja competitiva para tu negocio debe ser una prioridad, pues así conseguirás disfrutar de numerosos beneficios y podrás generar una propuesta de valor diferenciadora.
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